La mandarina proviene de las zonas tropicales de Asia. Antes de llegar a Occidente ya era famosa por su dulce sabor en los mercados de la India. Su nombre alude al color de los trajes que utilizaban los mandarines, altos gobernantes de la antigua China, por tanto, se puede afirmar que es una fruta originaria de China e Indochina, cuyo cultivo se introdujo en Europa en el siglo XIX.
Para esta receta he utilizado la variedad Clementina fina: un fruto de extraordinaria calidad, de tamaño pequeño o medio, piel muy fina, color naranja intenso, de forma esférica aplanada y lo común es que carezcan de semillas. Se consideran un cruce entre la mandarina y una naranja silvestre de Argelia. Se pelan con facilidad y tienen muy buen sabor.

INGREDIENTES

Para las mandarinas confitadas:
1 Kilo de Mandarinas Clementinas finas
1 Kilo de Azúcar
½ litro de agua
6 piezas de Anís Estrellado

Para la Trufa:
125 gr. de Chocolate negro
125 gr. de Chocolate con leche
75 gr. de Nata liquida para montar
20 gr. de licor Cointreau
La piel de dos Mandarinas confitadas

PREPARACIÓN

Las mandarinas:
Limpiar las mandarinas enteras bajo el chorro de agua, frotando la piel con una esponja. Pincharlas con una aguja por diferentes puntos.
Tradicional
Poner una olla con agua (más o menos un litro y medio) al fuego, cuando empiece a hervir poner las mandarinas dentro, dejar que vuelva a hervir el agua de nuevo, sacarlas y escurrirlas.
En la misma olla poner el azúcar, el anís estrellado y el agua, llevar a ebullición hasta que el azúcar se disuelva y el agua esté completamente transparente (unos cinco minutos).
Añadir las mandarinas escaldadas y dejar hervir a fuego muy lento y tapadas durante una hora. Se creará un jarabe denso y las mandarinas quedaran muy tiernas.
Dejarlas enfriar dentro del almíbar.
Recomiendo dejarlas reposar en su mismo almíbar durante dos o tres días, dentro de un recipiente hermético en la nevera.
Fussion Cook
Poner en la cubeta un litro y medio de agua y programar menú manual, 160º, 10 minutos. Cuando el agua empiece a hervir poner las mandarinas dentro del agua dejarlas hasta que el agua vuelva a hervir de nuevo. Sacarlas de la cubeta y escurrir. Quitar el agua de la olla.
Poner en la cubeta el azúcar, el anis estrellado y el agua, programar menú manual, 160º, 5 minutos. Dejar hervir hasta que se disuelva el azúcar. Si no ha terminado el programa cancelar y poner dentro del almíbar las mandarinas. Volver a programar menú manual 120º, 20 minutos, válvula cerrada. Dejar despresurizar sola. Dejarlas enfriar dentro del almíbar.
Recomiendo dejarlas reposar en su mismo almíbar durante dos o tres días, dentro de un recipiente hermético en la nevera.

La trufa:
Triturar las pieles de las dos mandarinas.
Poner la nata en un cazo pequeño y calentarla hasta que empiece a hervir. Apartarla del fuego y añadir los chocolates troceados, dejarlos reposar un rato y remover con una espátula hasta que estén totalmente fundidos, acercar al fuego el cazo si es necesario para calentar un poco la mezcla. Añadir el licor y la mandarina triturada, remover hasta que estén todos los ingredientes bien integrados.
Poner la mezcla en una manga pastelera con boquilla rizada y dejar enfriar en la nevera hasta que empiece a solidificar, sin que llegue a ponerse dura del todo.

Cortar las mandarinas por la mitad y dejar escurrir con el corte hacía abajo sobre una rejilla.
Poner las mandarinas en un plato y cubrirlas con la trufa. Meterlas en la nevera un par de horas.
Servirlas con una hojitas de menta.

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